Las ventajas de vivir solo.

LAS VENTAJAS DE VIVIR SOLO

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El título lo dice todo.

Bueno, entremos en materia…

Me habéis escrito mucho en la entrada anterior, lo cual se agradece.

Algunos me informasteis de que muchos de los conocidos o familiares estaban actualmente trabajando en países del este de Europa.

Algunos de vosotros también estáis por ahí.

Esto es la hostia de grave, tíos.

Cuando yo era un adolescente la gente de estos países exsoviéticos venía a España en busca de nuevas oportunidades.

Ahora somos nosotros los que nos marchamos a sus naciones.

¿Os dais cuenta de lo importante que es hacer las cosas bien?

Es que encima los muy cabronasos están contratando a españoles de perfil alto. Me refiero a médicos, ingenieros y científicos, joder.

Si algo aprendieron en el este de Europa es que la izquierda tan solo trae miseria y recortes de derechos y libertades.

No quieren verla ni en los libros de texto.

En España sigue gozando de una popularidad incomprensible.

Sobre todo, en algunas regiones que todos conocemos.

En cualquier caso, esto también se debe a que la ‘derecha’ española es la hostia de cutre.

Seamos sinceros: todos sabemos que si ganara Feijoo la diferencia con el actual gobierno sería mínima de la misma manera que las políticas de Rajoy fueron casi idénticas a las de Zapatero (por mucho que les pese a ciertos fanáticos del PP que no lo aceptan).

En los últimos años tan solo ha habido dos partidos con iniciativas serias para reactivar la economía con posibilidades de gobernar.

El primero fue Ciudadanos que se puede decir que ya no existe.

El segundo fue VOX.

Las medidas económicas que proponía VOX hace no demasiado tiempo eran tan buenas para España que muchos se adhirieron a este partido obviando su lado ultra-conservador-casposo.

Era típico escuchar: ‘Si salvan la economía me da igual que se hagan corridas de toros a diario’.

Pero, claro, pese a que muchos se empeñen en meterlos en el mismo saco, las desavenencias entre los casposo-capillitas y los ‘liberales’ cada vez fueron a más y estos últimos fueron expulsados del partido.

Bueno, mejor dicho, los invitaron a irse.

Total, que actualmente VOX es una formación cutre que da voz a todos aquellos que sueñan con volver a ver las iglesias llenas los domingos y te hablan de la hipergamia y el matrimonio tradicional y no sé qué pollas más y de ponérselo muy complicado a quienes se pasen de morenos.

Vamos, que no hay una sola opción con opciones de gobernar que vaya a cambiar la situación.

Ni una sola.

Gane quien gane vais a estar en la mierda.

Por otro lado, SanMiguel me comentó que no acababa de entender por qué muchos no se enteraban de nada o no querían enterarse viviendo en el extranjero.

Vamos a ver, hay peña que no da para más.

Ya está. No hay que darle más vueltas.

Pero también hay otros que lo hacen como mecanismo de defensa.

Te contaré una historia que sucedió hace 3.000 millones de años.

Un amigo gallego de Barcelona me invitó a pasar unos días en su ciudad natal.

Una vez allí, obviamente, salimos con sus amigos de toda la vida.

Uno de ellos era un chico ‘peruano’ que sabía mucho sobre cine y un montón de movidas más.

Digo ‘peruano’ porque sus padres biológicos eran de allí.

Él, sin embargo, era más gallego que los pimientos de Padrón.

Fue adoptado por una familia gallega cuando tenía dos años, hablaba el gallego mejor que cualquier local y era gallego al 100% para todo, tíos.

Encima, insisto, era un tipo muy culto que estudiaba una carrera jodida de ciencias y tenía mil intereses de tipo intelectual/cultural.

Pues bien, salimos una noche por cierta ciudad gallega, cuyo nombre no voy a revelar, y no le dejaron entrar en una discoteca con la excusa de que llevaba unas ‘zapatillas inadecuadas’.

En efecto, como en esa canción de ‘El Canto del Loco’ que está inspirada, por no decir copiada, de otra de Airbag llamada ‘Chica Normal’.

Las zapatillas eran las típicas Converse de tela que ahora vuelven a estar de moda, joder.

Lo jodido del asunto es que otro del grupo tenía exactamente las putas mismas Converse y SÍ QUE LE DEJARON PASAR.

Vamos, era obvio que no querían que entrase por ‘panchito’.

Nos enfadamos mucho, nos largamos de aquella puta mierda de lugar y comentamos lo que había ocurrido.

Todos lo teníamos muy claro.

Todos excepto el peruano-gallego que no quería aceptar lo evidente: le habían denegado el acceso por los prejuicios asociados a quienes tienen una fisionomía similar a la suya.

Yo alucinaba.

El chaval ponía mil excusas como intentando autoconvencerse de que no había sido rechazado por una clara xenofobia, sino por cualquier otro motivo.

Y eso que era un tipo muy listo.

La manera en que muchas personas se enfrentan a la realidad es negándola o edulcorándola.

Este tipo se consideraba tan gallego, estaba tan integrado en su comunidad y cultura, que le molestaba pensar que era ‘diferente’.

No lo aceptaba.

Pensad, además, que en aquel momento no había tanta inmigración hispanoamericana. Y menos en Galicia.

Vamos, que llamaba bastante la atención.

A este chico le resultaba demasiado duro pensar que vivía en un lugar donde muchos, sin conocerlo ni saber una puta mierda sobre él, le juzgaban para mal y tenían una actitud hostil hacia él.

Le chocaba el ser tratado con el mayor de los recelos y la más insultante de las desconfianzas porque sí.

Entonces negaba lo evidente.

Pues bien, esto mismo también se lo he visto a muchos españoles en el extranjero.

Algunos viven tan ajenos a la realidad que incluso teniendo unos rasgos mediterráneos que pueden ser confundidos con los de un norafricano te sueltan mierdas del tipo ‘es que ellos no notan que soy español’.

Lo dicen con orgullo y todo, oye.

Claro, claro.

Un youtuber al que sigo, Kurt Kaz, es sudafricano. Pero de los que tienen ascendencia europea.

Es muy rubio y tiene los ojos azules.

Pues bien, en una entrevista comentó que cuando se mudó a Alemania pensaba que iba a pasar desapercibido por esto mismo.

Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando todos los alemanes se daban cuenta al instante de que era extranjero.

¡Y este tío a nuestros ojos podría pasar por alemán!

Es decir, si alguien como Kurt Kaz sobresale en Alemania y no es visto como uno de los suyos… ¿Cómo no vas a cantar tú, Gumersildo de la vida?

Es más, en Alemania lo más probable es que te metan en el saco de los turcos por tu aspecto. Tiene sentido. Hay muchos, muchísimos turcos, que podrían pasar perfectamente por españoles.

Y así con todo.

Pero, lo dicho, hay peña que se enfrenta a la realidad negándola.

En fin, dejemos estos asuntos ya, joder.

Estoy escribiendo mucho porque estoy en España.

En un pueblo de la España Profunda.

En mi puto pueblo, joder.

Y, claro, me aburro.

El caso es que llevo aquí ya una semana y no aguanto más.

Hay mucha gente actualmente en mi casa.

O, mejor dicho, en la de mis padres.

Desde familiares cercanos y no tan cercanos a amigos de los familiares cercanos y no tan cercanos.

Llevo tanto tiempo viviendo solo que me estoy agobiando muchísimo teniendo que adaptarme a las formas, horarios y moral de terceros.

Estos días le he estado dando vueltas a algo que nos afecta a todos.

Mirad, llevo muchos años viviendo solo.

Muchísimos.

Sí, vale.

También he pasado etapas habitando con novias y hasta volví a compartir casa durante algunas temporadas en el extranjero.

Pero en líneas generales llevo horrores sin compartir mi ‘espacio’.

Vamos, que estoy acostumbrado a hacer lo que me sale de las pelotas cuando me sale de las pelotas.

Lo tengo tan asumido que ni tan siquiera le doy importancia.

Sin embargo, cuando regreso a casa de mis padres tengo que adaptarme al terrible-horroroso-patético-monstruoso-apocalíptico-espeluznante horario español.

Yo lo siento mucho: se me hace imposible cenar a las 10 de la noche.

Luego encima me cuesta dormir.

Ayer mismo, como no podía conciliar el sueño (os recuerdo que, para más INRI, tengo problemas de insomnio), me puse a hacer deporte por la casa.

Mi madre se asustó de escuchar ruidos tan temprano (eran las 5:30 de la mañana, tampoco era para tanto, joder), me echó una bronca increíble por molestar a los demás y me dijo que tenía que ir al médico para que me diese somníferos y tal y cual.

Total, que regresé a mi cuarto cabreado y agobiado por no poder hacer lo que quería.

Y con la sensación de que para mi madre seguía siendo un crío.

¿Qué se cree, que no he intentado solucionar el problema de no poder sobar de todas las maneras posibles?

¿Qué no he ido a los mejores especialistas?

Encima, siento la responsabilidad de que tengo que pasar tiempo con los familiares/amigos de turno porque es lo ‘correcto’.

Porque ellos quieren ‘verme’ y estar conmigo.

El problema es que a mí casi todos ellos me importan una puta mierda y sé que yo también les importo lo mismo o menos; que quieren mi compañía porque se aburren (joder, es un pueblo de la España Profunda en el que hay poco que hacer) y desean cotillear.

El tener que aguantar a personas por ‘obligación’ también me genera estrés y una mala hostia con la que no sé muy bien cómo lidiar.

Yo creo que me hice un hombre el día en el que me dije a mí mismo que no ocuparía ni un minuto más de mi vida con imbéciles que me hacían sentir mal o no me aportaban nada a menos que no me quedase otra (como, por ejemplo, en el trabajo).

Mi tiempo es demasiado valioso como para perderlo con personas que no me merecen o no me comprenden o no me valoran o me hunden o simplemente no me caen bien.

Y en esto también incluyo a las tías, claro.

Pero, cof cof, si no me relaciono con ciertas personas mis padres se enfadan.

Y si lo hacen se genera un mal rollo que me acaba resultando más molesto que el estar con peña que no aguanto.

Este es otro de los puntos que me encantan de vivir solo: tengo mis propios estados emocionales.

Cuando vives con otras personas también tienes que lidiar con sus ánimos.

Y si se encuentran mal o están enfadadas o lo que sea es muy posible que te arrastren a su oscuridad y desidia.

Esto es especialmente complicado cuando vives con pareja. Ya hablé de esto en otras entradas, así que no voy a extenderme más en este punto.

Es que, machos, nada funciona a mí manera, joder.

A mí, por ejemplo, me gusta salir a comer los fines de semana.

Claro que sí.

Pero de lunes a viernes cuido mucho mi alimentación. Es algo que me viene de los tiempos en los que me obsesioné con el gimnasio.

Sin embargo, desde que estoy en el pueblo no he parado de comer bombas calóricas.

De nuevo, si me niego a hacerlo vienen los reproches, las miradas, los chantajes emocionales…

Hasta me toman por imbécil: ‘¡Para cuatro días que estás por aquí disfruta y come como un cerdo!’.

El caso es que estoy teniendo problemas de estómago (no estoy habituado a comer así de ‘duro’) y hasta creo que el cambiar de dieta está afectando a mi estado anímico y mi movilidad.

Por ejemplo, yo soy un ávido lector.

No va de coña: leo muchísimo siempre que puedo.

Sin embargo, en esta casa me resulta imposible.

Hay demasiados ruidos y gritos y gente hablando.

¿Y qué decir de participar en conversaciones de las que no quiero formar parte?

Me toca hablar sobre fútbol, toros y la vida de gente que me da igual.

Me toca aguantar las divagaciones de un analfabeto que se considera ‘filósofo’ y de un tipo convencido de que Feijoo va a salvar España, el Planeta Tierra y la Nebulosa de Orión.

Qué coño… ¿Por qué tengo que enterarme de cómo le va a individuos/as que ya había olvidado?

Además, no me siento respetado.

Esto es algo que solo me pasa en España, lo cual tiene cojones.

Por ejemplo, el otro día tuve que aguantar que me intentaran convencer de que volviese a España y me hiciese funcionario.

Fue surrealista.

Les intenté explicar que estoy feliz y que de funcionario ganaría mucho menos y que me gusta mi trabajo y tal y cual.

Ni puto caso: ‘Eh Ke KoMo En SPaÑaH nO HaY NaH. LoS FunSioNaRiOhS Si Ke BiBeNh ViEnh’.

¿Por qué les cuesta tanto apreciar mis logros?

¿Por qué no toman en consideración mis opiniones y se tragan cualquier gilipollez sin fundamento execrada por un cuñado de palillo en la boca y copa de brandy Torres 10?

Ah, también me toca los cojones que me intenten imponer una forma de vivir que no es la mía.

Por ejemplo, el otro día después de cenar me bebí varias copas de un licor local que me encanta y es imposible de conseguir fuera de esta zona.

Tuve que escuchar comentarios al respecto…

¿Y lo de que me levante temprano para hacer deporte por qué no lo aprecia nadie, joder?

¿Y lo de que, en líneas generales, lleve una vida más saludable que la de todos ellos juntos por qué más de lo mismo?

Pues sí, como la llevo de vez en cuando puedo permitirme algunos excesos, joder.

Además, aunque no la llevase… ¿a ellos qué cojones les importa?

Soy una persona adulta que vive como quiere, joder.

Todo el mundo se cree con derecho a decidir sobre mí.

Es irritante, joder.

La experiencia me dice que como mucho aguanto una semana en el pueblo.

No doy para más.

De hecho, esta misma tarde ya me marcho de aquí.

Necesito volver a sentirme yo mismo.

Necesito volver a ser libre, joder.

Sin embargo, estuve pensando que mucha gente jamás sabrá lo que significa vivir sin restricciones.

Es decir, muchos pasan de residir con sus papás a compartir un piso de estudiantes y luego ya se meten a vivir con la novia/mujer de turno.

En ningún momento se plantean el estar a su aire sin nadie más.

He visto cómo muchos de ellos se han quedado solos a unas edades avanzadas y lo LLEVAN FATAL.

Casi todos ellos han sido abandonados por sus urracas.

Recordad que en España la inmensa mayoría de los divorcios es iniciada por las mujeres.

Vamos, que no saben vivir ‘solos’.

Se deprimen.

Están acostumbrados a todo lo contrario que yo: que les controlen cada movimiento, el siempre tener que pensar en otra y otras personas para realizar cualquier actividad, el compartirlo todo, el no poder iniciar proyectos o planes por miedo a que su pareja los sabotee o no quiera hacerlos, los ruidos, el aceptar las manías de los demás, el adaptarte a sus estados emocionales, etcétera.

Y esto me raya.

¿Por qué?

Porque casi nadie vive solo.

Y menos por convicción.

Esto mucha peña en España tampoco lo entiende: ME ENCANTA VIVIR SOLO, JODER.

Algunos incluso me han llegado a insinuar que soy homosexual o un tío mierdas por no haber podido encontrar a una mujer a la que meter en casa…

PEDAZO DE SUBNORMAL, HE TENIDO MÁS OPORTUNIDADES DE FORMAR UNA FAMILIA DE LAS QUE TÚ PUEDES SOÑAR.

La mayoría de las personas convive con otras personas.

Y esto te lleva a unas dinámicas, comportamientos y hasta ideas incompatibles con quienes no tenemos esos lazos.

Para que os hagáis una idea de hasta qué punto modifican vuestra existencia/personalidad aquellos con los que convivís os pondré un ejemplo cutre, pero bastante común.

Hace poco comenté que tal vez me pillara la Playstation para jugar al Street Fighter VI.

Lo único que me impide hacerlo soy yo mismo.

Es decir, si me sale de las pelotas esta misma tarde puedo tener una puta consola bajo el brazo.

Sin embargo, no sabéis la de veces que he escuchado a hombres hechos y derechos comentando que sus mujeres no les dejan jugar o que les esconden la Switch de Nintendo.

Son como niños lidiando con sus mamás.

Pues imaginad tener que batallar con esto en cada aspecto de vuestra vida.

Yo qué sé.

A mí no me compensa.

Y quienes critican a los que vivimos solos NO LO HAN HECHO EN SU PUTA VIDA.

Vamos, que no saben lo que es. Hablan por hablar.

Se piensan que es como en las pelis; que te pasas la vida triste y amargado por no tener compañía cuando, al menos en mi caso, el estar en casa me relaja un montón porque me paso el día con peña y es el ratito que tengo para mí, joder.

Que sí; que habrá muchos que se amarguen por no tener a nadie más entre sus muros.

De hecho, sí, muchos pseudo-hombres necesitan de una ‘mamá’ de mentirijillas que les ordene mierdas porque no llegan nunca a madurar (ni a aceptar su testosterona, joder).

Pero… ¿tan difícil es de comprender que NO TODO EL PUTO MUNDO TIENE LAS MISMAS INQUIETUDES Y NECESIDADES?

Yo qué sé… ¿es mejor vivir solo que aguantando a una hurraca que a veces te trata como a un mayordomo, a veces como a un saco de boxeo y a veces como a un crío?

Pues yo creo que sí.

Pero esto es algo muy personal.

Cada cual que haga lo que le salga de su sistema reproductivo.

Lo malo es que, de verdad, casi nadie llega a pasar largas temporadas en soledad…

Se pierden una experiencia que puede ser maravillosa a muchos niveles.

Lo creáis o no, puede ser maravillosa.

Tan maravillosa que ya ni tan siquiera me planteo las demás.

Felices polvos, cabrones.

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